martes, 8 de junio de 2010

Un Héroe del pueblo. 2008







Medidas: 2,50 x 1,60 m.

UN HÉROE DEL PUEBLO. Ideario conceptual.

La Plataforma en Defensa de Río Grande quiere homenajear a colectivos y a individuos concretos.

Quiere distinguir a colectivos que, en el ejercicio de su propia dignidad y mediante sus reivindicaciones y acciones han conseguido hacerse oír en su búsqueda de un mundo más razonable. Pero sobre todo quiere señalar a personas concretas que, una a una, han ido formando su propia idea de lo que es justo. Sin su llamada constante a la responsabilidad y la solidaridad, sin su iniciativa individual, su sentido crítico, no parecen posibles ni la elaboración de una reivindicación colectiva ni la coordinación de las acciones necesarias para llevarla a buen término.

Es por eso que la Plataforma en Defensa de Río Grande, quiere donar al pueblo una muestra de agradecimiento que conmemore el momento presente. Un justo homenaje a los movimientos sociales que se han generado en Coín para evitar la construcción del azud de Río Grande. Son las jornadas de puesta en común, denuncia y protesta de todos estos “héroes” las que han conseguido la paralización de este proyecto del Plan Hidrológico Nacional. Gracias a esta energía y constancia, se ha distinguido al pueblo de Coín como sede organizadora de la Fiesta Andaluza del Agua, en Abril 2008.

En el marco de esa celebración se presenta “Un héroe del pueblo”.

ANTES
Todo edificio, humilde o imponente, tuvo su principio en un simple papel dibujado tiempo atrás. A la vista del edificio levantado puede parecer ocioso hablar de ese papel que se pierde en la memoria, y más aún si vamos más allá en lo pasado, y hablamos de las palabras y los sueños que pusieron al arquitecto a dibujar. Tenemos que ir andando con los tiempos, y con “Un héroe del pueblo” estamos celebrando un triunfo de la razón: querían el agua que riega y da de beber a toda una comarca, para crear paraísos artificiales en otra parte. No era lógico, no era justo y no lo han conseguido. Bravo, pues hemos defendido nuestra dignidad y le hemos dado un revés a la injusticia.

Pero “Un héroe del pueblo” sabe que la injusticia siempre ha tenido muchas caras, y a cada una de ellas había que oponer razones y alternativas. Se han unido muchas voces para decir que no se construye la presa de Río Grande, tantas voces a la vez, que se han hecho oír a nivel regional y nacional. Bravo, otra vez. Pero hay que señalar que muchas de esas voces eran de gente que lleva años luchando por causas que podían tener un menor calado social, pero no por ello eran menos necesarias. Gente que sabe que a una injusticia le sucede otra, y SIEMPRE se han puesto enfrente, y han hecho lo posible para que lo que no está bien, sea de otra manera. No es momento de decir sus nombres ni de recuperar sus causas, pero lo justo es que en este día de agradecimientos, sepamos darle valor a la generosidad y la iniciativa constante de esos colectivos y personas.

DESPUÉS
Por último, la obra “Un héroe del pueblo”, ubicada en un centro educativo, quiere servir, humildemente, de apoyo para el porvenir. El pueblo ha cogido la chapulina y ha abierto un cauce que otros querían cerrar. El río sigue, y es nuestra dignidad la que fluye libremente. Pero tenemos que seguir pidiendo cosas a la vida, tenemos que seguir abriendo y ensanchando cauces para nuestro mundo y el de los que nos siguen. Estamos rodeados de cosas que deberían ser mejores, y es responsabilidad nuestra el tener los ojos abiertos para encontrarlas.

El día de mañana, un héroe cualquiera tendrá que levantarse a ensanchar un nuevo cauce que otros querrán tener embalsado. Comprobará que su chapulina sigue siendo una potente arma de construcción masiva, pues puede abrir cauce no sólo para dar vida a la naranja, la papa y el tomate, sino que también puede abrirlos para otras cosas que hoy no les estamos echando cuenta: abrirá cauces a la Razón, que nunca vive con suficiente desahogo, abrirá cauces a nuestras mentes y hará más anchas nuestras vidas, o quizá revisará los valores que nos están definiendo como seres humanos, pues van cambiando con el tiempo, o a lo mejor se preocupará por la marcha de la Cultura, que es un rabo de lagartija que nos saca de la oscuridad… No sabemos qué caminos puede querer abrir un héroe del pueblo en el futuro próximo. Lo que podemos tener por seguro es que siempre habrá gente con un puntito de sensibilidad o de lucidez, que le hará encontrar un sinvivir un poco antes que los demás. Entonces cogerá la chapulina, se subirá a la palestra o dará tres voces en la calle, y nos dirá que éramos felices hasta ése día. Se sentirá responsable y tendrá un humor de perros, porque decir que algo de este mundo está mal es relativamente fácil, pero pensar en cómo debería ser y proponer, en vacío, una alternativa viable… eso ya, es hilar muy fino.

Pensemos ahora seriamente en cómo haremos para que sea más lógico nuestro mundo, porque no tenemos derecho a rehusar ese desafío. Vosotros habéis demostrado que se pueden realizar cosas que parecían sueños imposibles, empresas que parecían reservadas a los héroes de la antigüedad. Y las habéis hecho. Sólo que vosotros no estáis inspirados por un aliento divino ni tenéis poderes sobrenaturales, habéis hecho lo que creíais correcto, sin músicos ni poetas detrás componiendo himnos ni poemas épicos. Vosotros sois héroes, pero de aquí y de ahora. Sois gente normal que paga las letras y hace tres comidas diarias, más o menos, gente que se tiene que levantar con el despertador y acostarse con la gripe. Sois mujeres y hombres de varias generaciones distintas, de todos los estratos sociales y de todos los colores políticos, que han conseguido llegar a un punto de entendimiento para defender vuestra dignidad como personas y la identidad de vuestro pueblo.

Dejemos a un lado la solemnidad de las grandes epopeyas, y pensemos en que el mundo avanza con las cosas que pelea la gente como vosotros.

Esos son los héroes que necesitamos.

Jose A. González.

1 comentario:

  1. Si tuviera este mosaico en mi patio no me cansaría de mirarlo. No sé si coincidimos en la percepción, pero un hombre con corazón puede hacer suya la tierra y dominar el curso del agua hasta hacérnosla llegar. Un trabajo muy bonito; el agua es hipnótica.

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