martes, 8 de junio de 2010

La Fuente de Cártama. 2010






Medidas: 2,48 x 1,61 x 0,72 m

Las Buenas Caras. 2009






Pruebas de montaje. Mosaico /acrílico sobre muro.

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Medidas variables, diez pruebas.

Son Espinado. 2009


Son Espinado. 2009.

Mosaico/madera. 1´21 x 1´84 cm.




Pájaro en la Llanura. 2008



Medidas: 0,84 x 2,04 m.

Cien Pájaros Volando. 2007 / 2015






























CÓMO CREAR UNA RED:

100 PÁJAROS VOLANDO, un proyecto que se vende en participaciones.




Es un environment de dimensiones adaptables a cada lugar donde se expone. Está compuesto por un conjunto de cien piezas independientes de mosaico portátil sobre láminas de madera. Ceñido a unos límites técnicos, materiales y dimensionales, Cien pájaros volando se concibe como un ejercicio de estilo que presenta, en una obra única, aunque disgregable, cien variaciones sobre un mismo tema.




Se define como un proyecto multi-cliente que se expone en conjunto, y que con sus pequeños formatos individuales, pretende dar facilidades al espectador que, viendo tantos pájaros volando, sepa que más vale tener alguno en mano.




Cada diseño está inscrito en un formato A5 apaisado (cuartilla).Son láminas de ocume reciclado y troquelado. Se trabajan en serie, y esto, unido a la uniformidad en las dimensiones, permite unificar precios. Esta obra se define como multicliente porque está dividida en cien participaciones. Todas distintas en forma y color, pero todas del mismo precio.




El diseño orgánico de la obra permite adaptar su montaje a las condiciones y dimensiones específicas de cada sala donde se expone. El montaje más “formal” es hacer una cuadrícula de 10 x 10 pájaros, que precisaría un muro de 150 x 205 cm. Es el montaje más “económico” en espacio, pues los pájaros se presentan en filas y columnas apretadas, como un catálogo o carta de colores. Yo preferiría un montaje más orgánico, adaptando el montaje a la arquitectura de la sala, como una bandada de pájaros que ocupa una esquina, cóncava o convexa, por ejemplo. Estoy abierto a otras propuestas de montaje.


Otro de los puntos de interés de este trabajo es, en mi opinión, que ayuda a CREAR UNA RED: Los diferentes clientes de este proyecto, que volará en todas direcciones, pasarán a formar parte de una comunidad virtual que recibirá información puntual, vía correo electrónico, de los sucesivos eventos organizados por el autor.


Cada componente de la serie está firmado y numerado al dorso. El mantener los mismos presupuestos técnicos y dimensionales permite que las series puedan entremezclarse entre ellas sin problemas. Cuando se realiza alguna venta, el hueco dejado por el pájaro que vuela puede ser cubierto por otro de la serie siguiente.




Detalle en exposición, dimensiones variables.


Un Héroe del pueblo. 2008







Medidas: 2,50 x 1,60 m.

UN HÉROE DEL PUEBLO. Ideario conceptual.

La Plataforma en Defensa de Río Grande quiere homenajear a colectivos y a individuos concretos.

Quiere distinguir a colectivos que, en el ejercicio de su propia dignidad y mediante sus reivindicaciones y acciones han conseguido hacerse oír en su búsqueda de un mundo más razonable. Pero sobre todo quiere señalar a personas concretas que, una a una, han ido formando su propia idea de lo que es justo. Sin su llamada constante a la responsabilidad y la solidaridad, sin su iniciativa individual, su sentido crítico, no parecen posibles ni la elaboración de una reivindicación colectiva ni la coordinación de las acciones necesarias para llevarla a buen término.

Es por eso que la Plataforma en Defensa de Río Grande, quiere donar al pueblo una muestra de agradecimiento que conmemore el momento presente. Un justo homenaje a los movimientos sociales que se han generado en Coín para evitar la construcción del azud de Río Grande. Son las jornadas de puesta en común, denuncia y protesta de todos estos “héroes” las que han conseguido la paralización de este proyecto del Plan Hidrológico Nacional. Gracias a esta energía y constancia, se ha distinguido al pueblo de Coín como sede organizadora de la Fiesta Andaluza del Agua, en Abril 2008.

En el marco de esa celebración se presenta “Un héroe del pueblo”.

ANTES
Todo edificio, humilde o imponente, tuvo su principio en un simple papel dibujado tiempo atrás. A la vista del edificio levantado puede parecer ocioso hablar de ese papel que se pierde en la memoria, y más aún si vamos más allá en lo pasado, y hablamos de las palabras y los sueños que pusieron al arquitecto a dibujar. Tenemos que ir andando con los tiempos, y con “Un héroe del pueblo” estamos celebrando un triunfo de la razón: querían el agua que riega y da de beber a toda una comarca, para crear paraísos artificiales en otra parte. No era lógico, no era justo y no lo han conseguido. Bravo, pues hemos defendido nuestra dignidad y le hemos dado un revés a la injusticia.

Pero “Un héroe del pueblo” sabe que la injusticia siempre ha tenido muchas caras, y a cada una de ellas había que oponer razones y alternativas. Se han unido muchas voces para decir que no se construye la presa de Río Grande, tantas voces a la vez, que se han hecho oír a nivel regional y nacional. Bravo, otra vez. Pero hay que señalar que muchas de esas voces eran de gente que lleva años luchando por causas que podían tener un menor calado social, pero no por ello eran menos necesarias. Gente que sabe que a una injusticia le sucede otra, y SIEMPRE se han puesto enfrente, y han hecho lo posible para que lo que no está bien, sea de otra manera. No es momento de decir sus nombres ni de recuperar sus causas, pero lo justo es que en este día de agradecimientos, sepamos darle valor a la generosidad y la iniciativa constante de esos colectivos y personas.

DESPUÉS
Por último, la obra “Un héroe del pueblo”, ubicada en un centro educativo, quiere servir, humildemente, de apoyo para el porvenir. El pueblo ha cogido la chapulina y ha abierto un cauce que otros querían cerrar. El río sigue, y es nuestra dignidad la que fluye libremente. Pero tenemos que seguir pidiendo cosas a la vida, tenemos que seguir abriendo y ensanchando cauces para nuestro mundo y el de los que nos siguen. Estamos rodeados de cosas que deberían ser mejores, y es responsabilidad nuestra el tener los ojos abiertos para encontrarlas.

El día de mañana, un héroe cualquiera tendrá que levantarse a ensanchar un nuevo cauce que otros querrán tener embalsado. Comprobará que su chapulina sigue siendo una potente arma de construcción masiva, pues puede abrir cauce no sólo para dar vida a la naranja, la papa y el tomate, sino que también puede abrirlos para otras cosas que hoy no les estamos echando cuenta: abrirá cauces a la Razón, que nunca vive con suficiente desahogo, abrirá cauces a nuestras mentes y hará más anchas nuestras vidas, o quizá revisará los valores que nos están definiendo como seres humanos, pues van cambiando con el tiempo, o a lo mejor se preocupará por la marcha de la Cultura, que es un rabo de lagartija que nos saca de la oscuridad… No sabemos qué caminos puede querer abrir un héroe del pueblo en el futuro próximo. Lo que podemos tener por seguro es que siempre habrá gente con un puntito de sensibilidad o de lucidez, que le hará encontrar un sinvivir un poco antes que los demás. Entonces cogerá la chapulina, se subirá a la palestra o dará tres voces en la calle, y nos dirá que éramos felices hasta ése día. Se sentirá responsable y tendrá un humor de perros, porque decir que algo de este mundo está mal es relativamente fácil, pero pensar en cómo debería ser y proponer, en vacío, una alternativa viable… eso ya, es hilar muy fino.

Pensemos ahora seriamente en cómo haremos para que sea más lógico nuestro mundo, porque no tenemos derecho a rehusar ese desafío. Vosotros habéis demostrado que se pueden realizar cosas que parecían sueños imposibles, empresas que parecían reservadas a los héroes de la antigüedad. Y las habéis hecho. Sólo que vosotros no estáis inspirados por un aliento divino ni tenéis poderes sobrenaturales, habéis hecho lo que creíais correcto, sin músicos ni poetas detrás componiendo himnos ni poemas épicos. Vosotros sois héroes, pero de aquí y de ahora. Sois gente normal que paga las letras y hace tres comidas diarias, más o menos, gente que se tiene que levantar con el despertador y acostarse con la gripe. Sois mujeres y hombres de varias generaciones distintas, de todos los estratos sociales y de todos los colores políticos, que han conseguido llegar a un punto de entendimiento para defender vuestra dignidad como personas y la identidad de vuestro pueblo.

Dejemos a un lado la solemnidad de las grandes epopeyas, y pensemos en que el mundo avanza con las cosas que pelea la gente como vosotros.

Esos son los héroes que necesitamos.

Jose A. González.

Pájaro sin estrella. 2007



Medidas: 0,50 x 0,81 m.

Un Pájaro de este mundo. 2007



Medidas: 0,90 x 0,82 m.

El Lago Nocturno. 2007



Medidas: 1,30 x 0,97 m.

El Clavo Ardiendo. 2006





Medidas: 1 x 0,75 m.

El Gallo del Naranjo. 2006




Medidas: 1,88 x 1,34 m.


DETALLES CONSTRUCTIVOS Y DE MONTAJE de los Mosaicos portátiles.



La peculiaridad de los mosaicos portátiles está en su propio nombre: son fácilmente transportables. Tradicionalmente los mosaicos cubren muros y pavimentos directamente. Esto encarece mucho el proceso, pues obliga al operario a trabajar en la propia ubicación de la obra. Además, una vez realizados, los mosaicos tradicionales pasan a formar parte de los muros, techos o pavimentos que decoran. Con el mosaico portátil, se introduce un matiz para superar esta rigidez: los mosaicos no tienen por qué ser revestimientos que pasan a formar parte inseparable del elemento arquitectónico que cubren. Pueden concebirse como elementos constructivos independientes de fácil montaje/desmontaje. Así, los mosaicos se disponen sobre estructuras de madera que se fijan a las paredes con tacos.
Como se colgaría un relieve escultórico desmontable o cualquier cuadro montado sobre bastidor. Los trabajos de gran superficie se dividen en módulos de dimensiones similares entre ellos, componiendo un mosaico de mosaicos.



Esto permite, en su almacenamiento y transporte, la utilización de embalajes de dimensiones asequibles para el medio de transporte y las posibilidades de espacio del cliente. Esto, unido a la sencillez del sistema de anclaje a los muros (sólo se necesita un taladro, tacos y alcayatas) es lo que permite que pensemos en fáciles montajes, desmontajes, transportes y almacenajes. Un mosaico portátil permite todas las reubicaciones posibles en el caso de redecoraciones, reformas e incluso mudanzas.




Los módulos que componen los mosaicos portátiles, para que sean efectivos, deben combinar resistencia con ligereza. El módulo básico está hecho con una plancha de ocume de un mínimo de 3 mm. de espesor, pero a medida que crecen las dimensiones de estos módulos, la tensión del encolado de las teselas a la madera tiende a combar la superficie, con lo que se perdería exactitud en los contornos y en los enlaces entre módulos. El combado se evita encolando y atornillando por todo el perímetro, en la parte trasera de cada módulo, un bastidor de madera.



Este refuerzo, que contiene el sistema de anclaje a la pared, cumple también una función de protección contra posibles accidentes relacionados con la humedad, manteniendo las teselas alejadas de la pared. Los bastidores reciben doble tratamiento de laca de poliuretano. El grosor de estos bastidores se calcula en función del tamaño global de la obra y las dimensiones particulares de cada módulo, atendiendo a criterios estéticos y necesidades constructivas. La apariencia estética final es la de un relieve escultórico modular.



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La Mecánica Celeste. 2006









medidas: 1,25 x 1,33 m


PARA ESTOS TIEMPOS: POR QUÉ HAGO MOSAICOS PORTÁTILES.

Hay alrededor de los hechos artísticos tal cúmulo de circunstancias transversales, adyacentes, tangenciales, colaterales… tantas circunstancias nada artísticas que están condicionando, caracterizando, potenciando e incluso anulando al propio hecho artístico, que darles la espalda a estos condicionantes es poco menos que actuar de forma irresponsable con respecto al propio hecho artístico.

Ya presentando el primer trabajo de lo que yo quería que fuera una reorientación artística, me daba cuenta de que el concepto de base estaba cargado de limitaciones y lastres. Veía una ley no escrita, una relación directa entre murales mosaicos y pisos en propiedad, parejas estables, trabajos fijos ligados a un único lugar de residencia, decisiones férreas, e incluso vida sedentaria. También, sin saber por qué, lo relacionaba con lentitud, seguridad y peso. En fin, el campo semántico que se me estaba imponiendo en mi pretendido golpe de timón, se me antojaba demasiado limitado. Pensé que, sin negar la posibilidad de satisfacer a este primer campo semántico, digamos, de la estabilidad, que me llevaría a unos tipos de encargo muy concretos, el reto personal y artístico que debía afrontar tenía que diseñarse sobre un panorama que aceptase otras formas de entender la vida.

La gente no siempre toma decisiones férreas con respecto a trabajos, sentimientos y lugares de residencia. Lo inestable a veces es una imposición, la espontaneidad una elección consciente y el movimiento un modo de vida. La gente vive de alquiler, elabora planes vitales siguiendo sus intuiciones, acepta inseguridades y asume los imprevistos; provoca cambios a nivel laboral, sentimental, e incluso en planos filosóficos. Las apetencias van del campo a la ciudad y viceversa. Los apetitos cambian con los vientos y las fases de la luna. Las opciones se multiplican sobre la marcha, pues todo se está moviendo. Y mucha gente que reconoce esto en sus vidas, asumen cierta inestabilidad si la pueden entender como un estímulo, y crean sus contextos vitales en términos de agilidad y ligereza.

El reto pues, era crear un tipo de trabajo que supiese satisfacer también estas últimas opciones de vida. Y es desde estas premisas desde las que hay que valorar los mosaicos portátiles.

Mosaico del Duc. 2004



UN PROYECTO MULTIAUTOR: EL CURSO DEL DUC.



En 2004 se formó de una manera casi espontánea un grupo de gente que quería aprender a hacer mosaicos.




Formado casi íntegramente por gente con interés pero sin formación artística, los contenidos impartidos incluían conceptos básicos como armonía, contraste y escala cromática, criterios de composición, sketch y boceto, así como el conjunto de técnicas de corte, encaje, pegado y lecheado de las teselas, propio de los mosaicos. El material utilizado (teselas encoladas a láminas de madera) fue casi íntegramente reciclado de la calle.



El grupo era joven, dinámico y cosmopolita. De edades comprendidas entre los veinticortos y los treintailargos, estaba compuesto por trabajadores, viajeros, turistas y estudiantes en año sabático. Procedían de siete países, y sugerí una metodología con un alto componente lúdico. El curso se impartía en el salón de un piso particular en el barrio Gótico de Barcelona, y la distribución de los tempos de las clases se hacía de forma orgánica. El trabajo manual se entrelazaba con brunches y meriendas. Por la noche, cuando ya la clase parecía agotada y el grupo mostraba síntomas de dispersión, hacíamos expediciones de reciclaje entre el Gótico y el Raval, buscando azulejos de colores en los contenedores de reforma, para limpiarlos y romperlos a la mañana. Muy divertido, en suma.



El interés de este segundo proyecto de mosaico está, a mi entender, en que sus límites y condicionamientos, las soluciones que se planteaban para llevarlos a buen fin, sentaron las bases de los mosaicos portátiles.



Para “hacer grupo” (la mayoría de la gente no se conocía entre sí) pensé que sería buena idea plantear un proyecto globalizador, esto es, una obra única hecha por múltiples autores, formando una composición de partes individuales. Se concienciaba al alumno de que trabajaba una parte que el resto de sus compañeros completaba. Al final, se fotografió el conjunto, y cada uno se llevó su aportación como recuerdo. Cada una de estas partes era pequeña, ligera, manejable y fácil de colgar. La idea que vi aprovechable para el futuro era que sumando pequeñas partes manejables se puede componer un trabajo de grandes dimensiones. El poder “disgregar” en partes la pieza final (cada una de estas partes voló a un rincón del mundo) sugiere la idea de facilidad y ligereza en cuanto a montajes y desmontajes, agilidad en el transporte: se pueden hacer, pues, mosaicos para viajeros y espíritus cambiantes.



El carácter lúdico y afectivo que articulaban al grupo y al propio mosaico, condicionó las bases sobre las que se trabajaba, y esto, unido a la temática del trabajo –caminos que se cruzan, formando un circuito sin fin- sugirió la idea de portabilidad, la de una obra única, hecha por un colectivo de autores que la disgregarán en tantas partes como autores, porque cada uno de ellos partirá en una dirección llevándose consigo su aportación. Esta desintegración física toma cierto cuerpo al cierre del curso. Con las señas y teléfonos de cada integrante, se formó una especie de comunidad virtual. Esa era la forma de mantener unido aquel mosaico, mantener cierto espíritu de unidad a través del contacto entre las personas. Ese espíritu de unidad, esa intención de compactar, que funciona como la lechada, que iguala en una pieza (en un mismo lugar y objetivo) los múltiples trozos que se han conseguido en lugares diversos, le ha dado un punto de razón, ha cargado de sentido al por qué hago mosaicos, ha supuesto para mí un verdadero crecimiento personal.



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