martes, 8 de junio de 2010

El Gallo del Naranjo. 2006




Medidas: 1,88 x 1,34 m.


DETALLES CONSTRUCTIVOS Y DE MONTAJE de los Mosaicos portátiles.



La peculiaridad de los mosaicos portátiles está en su propio nombre: son fácilmente transportables. Tradicionalmente los mosaicos cubren muros y pavimentos directamente. Esto encarece mucho el proceso, pues obliga al operario a trabajar en la propia ubicación de la obra. Además, una vez realizados, los mosaicos tradicionales pasan a formar parte de los muros, techos o pavimentos que decoran. Con el mosaico portátil, se introduce un matiz para superar esta rigidez: los mosaicos no tienen por qué ser revestimientos que pasan a formar parte inseparable del elemento arquitectónico que cubren. Pueden concebirse como elementos constructivos independientes de fácil montaje/desmontaje. Así, los mosaicos se disponen sobre estructuras de madera que se fijan a las paredes con tacos.
Como se colgaría un relieve escultórico desmontable o cualquier cuadro montado sobre bastidor. Los trabajos de gran superficie se dividen en módulos de dimensiones similares entre ellos, componiendo un mosaico de mosaicos.



Esto permite, en su almacenamiento y transporte, la utilización de embalajes de dimensiones asequibles para el medio de transporte y las posibilidades de espacio del cliente. Esto, unido a la sencillez del sistema de anclaje a los muros (sólo se necesita un taladro, tacos y alcayatas) es lo que permite que pensemos en fáciles montajes, desmontajes, transportes y almacenajes. Un mosaico portátil permite todas las reubicaciones posibles en el caso de redecoraciones, reformas e incluso mudanzas.




Los módulos que componen los mosaicos portátiles, para que sean efectivos, deben combinar resistencia con ligereza. El módulo básico está hecho con una plancha de ocume de un mínimo de 3 mm. de espesor, pero a medida que crecen las dimensiones de estos módulos, la tensión del encolado de las teselas a la madera tiende a combar la superficie, con lo que se perdería exactitud en los contornos y en los enlaces entre módulos. El combado se evita encolando y atornillando por todo el perímetro, en la parte trasera de cada módulo, un bastidor de madera.



Este refuerzo, que contiene el sistema de anclaje a la pared, cumple también una función de protección contra posibles accidentes relacionados con la humedad, manteniendo las teselas alejadas de la pared. Los bastidores reciben doble tratamiento de laca de poliuretano. El grosor de estos bastidores se calcula en función del tamaño global de la obra y las dimensiones particulares de cada módulo, atendiendo a criterios estéticos y necesidades constructivas. La apariencia estética final es la de un relieve escultórico modular.



.

No hay comentarios:

Publicar un comentario